“Recibes lo que pagas”
Todos conocemos esta frase, aunque la mayoría de las veces la ignoramos porque todos queremos un “buen precio” (dependiendo de lo que esto represente para cada quien)
Tratándose de una boda, “Recibes lo que pagas” es una frase 100% cierta, al final no se trata de cuánto gastaste sino de la experiencia que compartiste con tu pareja, familia e invitados y en las bodas, la calidad es la más afectada o beneficiada en todos los casos.
Los proveedores de bodas ofrecen un producto o servicio y la gran mayoría viven de ofrecer estos servicios. Es su negocio, su carrera y su forma de vida, no un hobby o algo que hacen por diversión (aunque también les apasione lo que hacen). Así que establecen sus precios de acuerdo a lo que necesitan para vivir, mantener su empresa, y pagar a sus empleados (Si, algunos proveedores a veces cobran más de lo que valen sus servicios, pero es otro tema…)
Piensa en un restaurante. Te sientas, te dan un menú con una lista de precios (que es lo que el dueño del restaurante piensa que debe cobrar) y la descripción de los platillos. Lo que estás pagando es la calidad de la comida ya sea que estés en un restaurante lujoso o en un puesto de tacos. No pides que te quiten la guarnición para que salga más barato, o tratas de regatearle al mesero para que te baje $50 pesos por platillo. El precio es el que es y cuando terminas recibes la cuenta y sumas la propina, que depende del servicio que hayas recibido.
Bueno, es lo mismo con los proveedores de bodas, ellos ofrecen un producto o servicio y el precio depende de la calidad de lo que vas a recibir en tu boda. Si tratas de regatearle a tu proveedor, lo más probable es que termine cediendo y estarás feliz de ahorrarte unos pesos, pero sin lugar a dudas el producto final se verá afectado y probablemente esto no te hará tan feliz.
Así que al contratar a tus proveedores, todo se trata de la calidad. La calidad de las flores que ocupan para tus arreglos, la calidad de la comida, la calidad de la fotografía, la calidad del mobiliario, la calidad del servicio y el cuidado que se pone en cada pequeño detalle de tu boda.
Por ejemplo, una silla tiffany de madera de $30.00 va a ser de mejor calidad que una silla tiffany de resina de $20.00 sin lugar a dudas. (Creeme, REALMENTE puedes notar la diferencia)
Entonces, porque nos cuesta tanto trabajo valorar el trabajo y aceptar el precio de un proveedor, independientemente de nuestro presupuesto?
Esta es mi teoría, en la antigüedad (a mi mamá todavía le tocó esto…), toda la familia aportaba algo para la boda: la comida, los arreglos, el vestido, todo dependiendo de las habilidades de cada quien (algo muy económico.) Poco a poco las mujeres que hacían estas actividades empezaron a tomar empleos y ya no tenían tiempo para hacer todos los preparativos de la boda así que surgieron los proveedores profesionales de bodas, que son expertos en cada uno de los rubros que una boda requiere, pero esto implica como con cualquier negocio rentable construir una empresa, prepararse, tener empleados, contador, etc..
El problema es que la imagen de los proveedores para estas mujeres es de abusadores que cobran muchísimo por hacer algo que ellas mismas podrían hacer (pero no harán), y esto se transmite de generación en generación y de amiga en amiga. Si no, no me explico por qué podríamos sentirnos tan confiadas de regatear el precio a un florista, coordinador, fotógrafo o banquetera y no a un doctor, arquitecto, restaurantero o al dueño del cine (es muy obvio que una botella de agua no cuesta $40.00), siendo que en todos los casos requiere preparación y profesionalismo. Pero como ya dije, la calidad no miente.
Si lo que quieres es contratar al proveedor que te ofrece “lo mismo pero más barato” lo entiendo, es tu dinero y tu boda. Pero no te quejes cuando tu DJ no llegue a tiempo, tus sillas se estén desarmando a la mitad de la fiesta, tus arreglos tengas 5 flores y lo demás sea follaje y los meseros de la banquetera estén tomando de tu alcohol en tu boda. (Te sonará exagerado, pero pasa)
No digo que no trates de negociar un precio, la gran mayoría de los buenos proveedores están dispuestos a ofrecerte algo de calidad por tu presupuesto, solo tienes que preguntar y ser honesta con ellos. Lo que si digo es que vale la pena invertir un poquito más y que tu boda sea exactamente como lo planeaste. Si lo que sacas de este artículo es la confianza para acercarte a varios proveedores buenos, profesionales y con experiencia para preguntar si pueden ofrecerte algo por tu presupuesto, me doy por bien servida.
Una vez escuché a una coordinadora de bodas decir: “Prefiero darle a un Chef los ingredientes más mediocres para un banquete, que los mejores ingredientes a un cocinero.” y este es mi mantra, la razón es bastante obvia, un Chef tendrá la preparación, conocimiento, experiencia, sentido artístico y habilidades suficientes para hacer de esos mediocres ingredientes un platillo delicioso, mientras que un cocinero que no ha tenido todo esto podrá hacer un platillo aceptable con los mejores ingredientes.
Lo mismo aplica con las flores y todo lo demás…
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